Bela Lugosi esta muerto, y yo también. Pero los restos de Bela están pudriéndose en un ataúd de pino en alguna parte, mientras que yo puedo sentarme aquí en el balcón, disfrutar de mi bebida y contemplarte. Lo siento si suena presuntuoso, pero creo que yo salgo ganando.
Adivino al mirarte que no comprendes. Por supuesto que no… Son tiempo cínicos y racionales, y no vas a creerte que sea un muerto sólo porque yo lo diga. Hace un siglo hubiese sido otra cosa (Bueno, fue bastante distinto la última vez que tuve esta pequeña charla con alguien) pero estamos en una época de hechos, y el hecho es que los cadáveres no se mueven, no caminan, no hablan. Lo siento mucho, querida, pero tengo una sorpresa para ti: Este cadáver sí lo hace.
Así que siéntate, por favor, insisto en que te pongas cómoda. Sírvete algo de beber, preferiblemente de la botella de la izquierda…La de la derecha es un gusto adquirido. Va a ser una noche muy larga y creo que necesitaras un buen trago o dos. Después de todo, en las próximas horas voy a explicarte con todo lujo de detalles por qué todo lo que crees saber sobre la vida y la muerte está equivocado. En otras palabras, no sabes una bendita cosa de cómo funciona el mundo y voy a abrirte los ojos.
Pero me temo, querida, que no va a gustarte lo que verás.